21/8/08

Al despertar la llama de sentimientos dormidos. (2º pasaje Cap 1)

Quiso el destino que durante el transcurso de lo que en otras circunstancias podía haber sido un gratificante paseo, no dejara de verse importunada a intervalos por una popularidad de la que era consciente, y que siempre le costó asumir, una carga que en todo momento impediría su quietud. Por más esquiva que se mostraba, no conseguía evitar toparse con diversos invitados que conociéndola y en vista de su posición se postraban ante ella, reverenciándola como era menester; y a los que, por obligada cortesía, fue correspondiendo con la frialdad que cabía esperar para con aquellos rostros que no expresaban más que la superficialidad de su anonimato.
¡Cómo odiaba cruzar miradas con ellos!, porque eran estos subordinados los que realmente ostentaban el poder; y aquí, al igual que en la fiesta, no le consentían ese ansiado olvido, ya que con suma claridad lograba ver reflejado en los ojos de cada uno de ellos el estigma de su dolor. Dolor que, sin comprender hasta no hace mucho, vio reflejado en varios de los poemas de Lanaiel, aquel joven poeta que tanto le agradaba: “Cansado del amargo sabor que en mis labios dejó la vida, camino ebrio de emociones y sediento de olvido”.

A cualquiera le hubiera bastado una ojeada presurosa para apreciar que cuanto a su alrededor confluía no estaba regido por los meros parámetros de una estética costumbrista, ya que, aunque esta obviamente existía, nada que aquí se hallara podría haber coexistido de forma aleatoria. Tal era el grado de perfección que sus meticulosos artistas pretendían alcanzar, que en algún que otro caso llegaban, en pos de la creación y conservación de su obra, a entregarse a ella de tal modo que terminaba por absorberles, avivándose en ellos un orgullo que acababa conduciéndolos a una enfermiza obsesión. Era como si todo tuviera su sitio preestablecido, y, por insignificante que pudiera parecer, llegara a formar parte importante de algo. Fiel reflejo de esto ha de encontrarse en las palabras que el actual Maestro de Historiadores de la Casa de Thárin utilizó para aludir a este hecho: “Somos los creadores de una puerta que se abre al pasado, para reflejar fielmente aquellos fragmentos que por su esplendor merecerán ser contados, no importándonos dedicar por entero la vida a una pequeña parte de esta obra siempre inconclusa”.

Aquel concienzudo trabajo solía asignárseles de por vida, y como tal consistía, con el apoyo de una numerosa cuadrilla de aprendices y artesanos, en la recreación desde un punto de vista artístico de un determinado momento histórico, grandes acontecimientos que no deberían ser olvidados. Con cada una de estas creaciones se brindaba la oportunidad, a los escasos privilegiados con permiso para transitarlas, de ser testigos de un pasado glorioso, encumbrado de tal forma que los autores de dichas proezas eran enaltecidos hasta el punto de quedar por ellas mitificados. Aunque de igual modo que con las estatuas antes citadas, no faltó quien hubiera de mostrar su opinión personal, siendo la más reacia y la que al mismo tiempo más polémica despertó, la recogida en la cita “Vetustas reliquias del ayer” de Ólonam.

Apéndices, Vetustas reliquias del ayer

4 comentarios:

Prospector dijo...

La única palabra que cambiaría en el texto sería "popularidad". Creo que se utiliza en exceso y aquí podría ir mejor "reconocimiento" "fama".

Ángel Vela dijo...

Bueno lo he estado mirando, me dices que que se utiiza en exceso. Y creo que solo sale otra vez en toda esta parte. Y tratandose de este caso en concreto, se trata de la hija de, ella en si misma no es nadie, por eso creí que popularidad era la más adecuada. Las dos que sugieres las asocio más con el hecho de que ell hubiera hecho algo. A ver que te parece mi razonmiento o al resto de los que pasen;)

Venga chavalote nos seguimos leyendo, un abrazo;)

Vito Márquez dijo...

A priori, hay algo que me descuadra del texto: la descripción del espacio pesa más que la acción, centrada en la dama, y la veo fuera de la línea de la narración. Quizás si ella, para huír de los cortesanos, se centrase en observar las escenas y eso diese paso a explicar su origen y factura, quedaría más claro el párrafo, todo mejor cosido.

También puede que sea problema solo cuestión de dónde está el corte en el texto del capítulo.

Ángel Vela dijo...

A priori, hay algo que me descuadra del texto: la descripción del espacio pesa más que la acción, centrada en la dama, y la veo fuera de la línea de la narración. Quizás si ella, para huír de los cortesanos, se centrase en observar las escenas y eso diese paso a explicar su origen y factura, quedaría más claro el párrafo, todo mejor cosido.

pues lo cierto es que el paseito previo de lo que tiene que llegar era basicamente para mostrar el jardín y a traves el la cultura y un poco más del mundo en general. A todos los efectos es como si describiera los cuadro de un museo a medida que pasa frente a ellos el guarda nocturno, tal vez no hubiera conseguido el efecto, o no sea lo que la gente espere,ya me dices lo que sea.;)

También puede que sea problema solo cuestión de dónde está el corte en el texto del capítulo.

pues no sé, corte un poco en base al apéndice y porque había una pausa natural. Bueno pues lo dicho a ver que tal con la siguiente parte.