21/7/08

Preludio, (1º pasaje del Cap 2)

La Casa del Señor de Bánum: Festejos



CEGADOS POR LA RAZÓN

¿Cómo explicar a alguien carente de prejuicios que debe someterse a los insustanciales dictados que la fe impone?



Sunainen


Allí, en la ilustre y suntuosa mansión del Señor de Bánum, se celebraba una fiesta. Otra de tantas en las que solían menudear este tipo de eventos.

Escasos instantes habrían de transcurrir para que diera comienzo la tarde del segundo día, momento en que se vería sobrepasado el ecuador de tan prolongada ceremonia. En esta ocasión, el motivo oficial del festejo era el retorno de las naves mercantes tras un largo y fructífero viaje de negocios. Aunque, a decir verdad, este hecho no era más que un singular reclamo, un ingenioso ardid comercial, usado para reunir bajo un mismo techo a las familias más ricas de la isla.

Llegados estos días, dicha casa se llenaba de exóticos e insólitos productos, convirtiéndose en un gigantesco bazar de exposición. En torno al género que allí se exponía no faltaban hombres y mujeres vestidos con extravagantes trajes, siempre dispuestos a endulzar los oídos de todo curioso que, ávido de saber, reclamaba que le fuera narrada la historia de cada pieza y del lugar del que provenía. Y una vez endulzados, hasta que la voluntad terminaba por sucumbir al verbo, tomaban nota de cuanto interesara adquirir en este sofisticado mercado concebido para la alta sociedad.

Por otro lado y de hacer buen tiempo, y nada parecía indicar lo contrario, el resto de los festejos de días sucesivos acontecería en el exterior, lugar donde se llevarían a cabo actividades dotadas de mayor dinamismo y un remarcado carácter lúdico. Eran muchos los que esperaban ansiosamente la llegada del que para ellos estaba llamado a ser el momento álgido: “Los juegos”; en el que dejando atrás todo recato se convertían en testigos o partícipes de un espectáculo de sangre y muerte; un santuario de dolor donde a causa de las apuestas importantes sumas cambiaban de mano. Aunque en cualquier caso, los numerosos banquetes y acostumbrados bailes, del mismo modo que el resto de los eventos, no eran más que una ínfima parte de la elaborada quimera cultural. A estos invariables programas venían a sumarse, tras contar previamente con el beneplácito de La Orden, otras tantas actividades originarias de tierras extranjeras, las cuales solían ser llevadas a cabo por esclavos que formaban parte de la mercancía.
Esta era la manera empleada por el Señor de Bánum para atenuar el halo de vulgaridad que, muy de tarde en tarde, él mismo confería a su casa.
En torno a aquella barahúnda de espectáculos y exposiciones, podían verse congregados a más de un centenar de asistentes de diversos lugares, no faltando entre ellos la presencia de al menos una embajada de cada una de las otras grandes casas, y de muchas de sus prefecturas, además de algunos miembros destacados de La Sagrada Orden.

Tras el almuerzo, y en espera de la cena, tan ilustre turba fue dirigida al interior de una fastuosa estancia circular, contigua a la anterior, dedicada íntegramente a la música y demás actividades ociosas. Y allí confluyeron, coexistiendo en una forzada armonía, en tanto que un refinamiento hipócrita que todos usaban a menudo, y sin el menor pudor, como moneda de cambio, se mostraba como obligado anfitrión de estos cotidianos eventos.

En el centro de la estancia, como si brotara del mismo suelo, se alzaba, a modo de obelisco, una talla descomunal que representaba en piedra el árbol de la vida. De ella surgían varios arcos irregulares, reproduciendo con fidelidad gruesas y largas ramas de las que asomaban numerosas bifurcaciones pobladas de hojas forjadas en oro, con las que habían tratado de otorgarle grandeza y atenuar la fría sobriedad que la roca le confería. Tales apéndices iban decreciendo en grosor hasta entrar en comunión con cinco figuras de bronce situadas en los extremos de la habitación. Pero no como si fueran atrapados o atenazados por ellas, sino más bien como si quisieran protegerlos, revelando la firme delicadeza de un padre orgulloso que abrazara a su prole recién nacida, y reflejara con tan conmovedora acción la calidez de un instante inigualable.

Cada una de las estatuas venía a representar un periodo que debía fluir en el ciclo de la vida. Etapas ineludibles que todos y cada uno deberíamos vivir para alcanzar total plenitud y poder decir que al concluir nuestros días, que la existencia, como tal, había sido completa. Aunque muchos hubo que sin seguir estos preceptos, dijeron hallarse a un paso de alcanzarla, entre los que se cuenta Ólonam, recordado por aquel comentario que hizo público antes de morir: “Encontrándome en los momentos que preceden al ocaso de mi existencia, descubro que solo me resta el morir para alcanzar la plenitud deseada. Y mientras permanezco a la espera, contemplando la brevedad con la que mi tiempo se agota, me consagro acunando venturosos recuerdos con la tranquilidad que alberga todo aquel que no dejó atrás nada inconcluso”.

Sobre aquellas esculturas, llamadas a encarnar los frutos que del árbol brotaban, se derramaba agua a modo de bendición. En su constante fluir, aquel valioso elemento terminaba deslizándose por los pedestales en los que descansaban, hasta pequeños estanques que rodeaban sus bases, lugar donde el caudal se aquietaba, al tiempo que se veía de alguna manera glorificado.

La sala en cuestión estaba desprovista de techo, permitiendo así que sus asistentes pudieran ser bendecidos por los cálidos rayos del sol.

Tanto hombres como mujeres lucían con solemne majestuosidad sus ampulosas vestiduras, encontrándose entre los atuendos de los presentes una sorprendente diversidad.

Aquel inigualable elenco estaba compuesto en la mayoría de los casos por ostentosos trajes de vivos y abundantes colores, cargados de adornos y abalorios, los cuales parecían absorber la luz irradiando leves destellos de múltiples matices en completa concordancia con la decoración que a su alrededor se manifestaba. Sólo La Casa de Úrman gozaba de una discreta elegancia que, a ojos del resto, resultaba incomprensiblemente vulgar.Entre los asistentes se mostraba cierta propensión a formar infinidad de grupos reducidos que, con una privacidad parsimoniosa, no cesaban de dirigir miradas y comentarios hacia otros tantos con maliciosa sutileza. Tan insano hábito fue referido con reprobatoria actitud por Ólonam en uno de sus textos, al que dio el nombre de “Cazadores de salón”. (continuará...)

Apéndice Cazadores de salón




21 comentarios:

Esteban González García dijo...

Hola, amigo Palabras.
Es un buen método para auto-imponerse un ritmo de trabajo y unos plazos.
Conseguirás llegar al final, seguro.
ánimo. Te leeré todo lo que pueda

Manuel Mije dijo...

“Otra de tantas en las que solían menudear este tipo de eventos.” Aquí has omitido un trozo (en esta época del año…)

“Y una vez endulzados, hasta que la voluntad terminaba por sucumbir al verbo, tomaban nota de cuanto interesara adquirir en este sofisticado mercado concebido para la alta sociedad.” Tal como está escrito parece que son los endulzados los que tomaban nota.

“que al concluir nuestros días, que la existencia,” sobra el primer que

Me gusta la parte esta de la fiesta, va dando información detallando lo preciso, creando un efecto que anima a seguir leyendo. Además son datos significativos e interesantes para ir metiéndose en este mundo ficticio.
Respecto a las notas, que sé que es un tema que te interesa, decirte que sigo sin verlo claro. En este fragmento no demasiado extenso ya se hacen dos referencias a Ólonam, una de ellas directamente a sí mismo. Que yo sepa, Ólonam no va a ser uno de los actores de la historia, así que no veo la relevancia de su impresión de sí mismo al final de su existencia, y el asunto de los cazadores de salón creo recordar que ya está sugerido en lo que viene después, en la descripción de los grupos de la fiesta y sus actitudes. No me pronunciaré en cuanto a su pertinencia como aporte ornamental, pero sí que creo que en una obra tan extensa todo añadido que no sea necesario para avanzar en la trama debe ser cogido con pinzas y sopesado mucho. Quizá no se trate de integrar más o menos las citas, sino de intentar que el texto, ya de por sí muy extenso, no se extienda aún más.

Anónimo dijo...

Esto no hay por donde cogerlo, demasiado empalagoso, derroche de adjetivos pobremente administrados. Texto tortuoso que requiere algo más que fé para terminar de leerlo. Infumable.

Ángel Vela dijo...

Saludos stv, me alegra verte por aquí :)

Lo de que llegaré al final si lo tengo claro, lo que no tengo tan claro es si será el mio o el del libro, jajajaj (sinceramente he pensado más de una vez que sería él el que acabaría conmigo, en cualquier caso se luchará cuanto sea posible :)

Será un placer tenerte por aquí, y si tienes algo bueno o malo que decirme sobre el texto, o dar algún consejillo no te cortes.

¿De quién mejor podrían venir, para una novela del estilo, que del ganador del concurso de bardos? ;)

Un abrazo compañero, nos leemos.

Ángel Vela dijo...

Buenas mi fiel Canijo, ¡siempre ahí el tio! Tengo claro de que, pase lo que pase, compartiremos las ganacias o las perdidas de lo que salga de todo esto, jajajaja)

Te comento.

"Otra de tantas en las que solían menudear este tipo de eventos.” Aquí has omitido un trozo (en esta época del año…)"

Si lo quité, dandole vueltas al tema pensé que en relaidad la epoca no era importante, y como soy consciente de que una pequeña descarga no le vendría mal pues fuera.
¿te parece adecuado?



“Y una vez endulzados, hasta que la voluntad terminaba por sucumbir al verbo, tomaban nota de cuanto interesara adquirir en este sofisticado mercado concebido para la alta sociedad.” Tal como está escrito parece que son los endulzados los que tomaban nota"

En este caso lo toqué por la repetición.

siempre dispuestos a endulzar los oídos de todo curioso que, ávido de saber, reclamaba que le fuera narrada la historia de cada pieza y del lugar del que provenía. Y una vez endulzados los oidos

aunque tal vez, ahora que lo miro, podría venir bien que cambiar ese punto antes de la "y"

¿Qué te parece? (si alguien más se quiere mojar dando su opinión que no se corte que es gratis) ;)


“que al concluir nuestros días, que la existencia,” sobra el primer que

Correctisimo, cambiado ;)




"Me gusta la parte esta de la fiesta, va dando información detallando lo preciso, creando un efecto que anima a seguir leyendoAdemás son datos significativos e interesantes para ir metiéndose en este mundo ficticio".

Me alegra de que te guste, pero a decir verdad, es una de las que más lleva dando de que hablar. No tiene termino medio, los ahí que legaron a decirme que era la que más le iba gustando, y gente que estuvo apunto de dejar de leerme, (supongo que a los que no les guste o no les haga falta tanta recreación del entorno, y quiera ir un poco más al grano).


En cuanto a las citas, una de las cosa que más me viene quitando el sueño, supongo que tendré que seguir dandole vueltas.

Estaba pensando en poner una encuesta o algo para que me fueran opinando a ver que tal.

En cuanto a Ólonam, es un personaje que incluso no sale, pero que dejó honda huella en el mundo.

Para que se haga la gente una idea: algo así como la versión comunista de cristo, aunque más sobre el papel. Con el atenuante de venir de una familia noble.

Para ti, que tienes algo más de información, este es el autor de "Amor nefando".

Siempre agradecido por tus comentarios, y porque intentes de meterme un poco por verea, que me hace falta ;)

Un abrazo grande Canijo, nos leemos.

Ángel Vela dijo...

"Esto no hay por donde cogerlo, demasiado empalagoso, derroche de adjetivos pobremente administrados. Texto tortuoso que requiere algo más que fé para terminar de leerlo. Infumable".

Saludos anomino, (aunque creo que te conozco ya por otro nombre).

Lamento que no te gustara.

Deduzco, por el tono que empleas en tu comentario y la gracieta que haces con el titulo de la obra, que eres un critico profesional, de esos que son muy "salados" al comentar.
Si es así, felicides, porque se ve que disfrutas con esto, y sino, espero que llegues a serlo algún día;)

Solo decirte, que si tienes algún comentario que resulte constructivo (y digo constructivo, no bueno)eres bien vendido, y atenderé cuanto tengas que decirme.

De no ser así,te recomendaría que te pasaras por otros blogs, que hay muchos, (yo mismo podría intentar recomendarte alguno, si me das alguna referencia de tus gustos).

Que te vaya bien anonimo.

Anónimo dijo...

Hola, te leí esta parte y me pareció muy buena, yo opino como lectora, cuando comento algún escrito, siempre lo hago como lectora, soy escritora pero no crítica, no me gusta ser crítica y como lectora me gustó lo que leí y me pareces muy bueno como escritor.
Sigue así que vas por buen camino.
Saludos.

Ángel Vela dijo...

Saludos Brisa Marina, gracias por pasarte, te lo acababa de pedir en el foro.

Me alegra que te guste, y gracias por los animos que me van ha hacer falta. Tal vez no sea mal camino, pero lo que si sé es que no es el más facil,pero bueno en el estamos.

UN beso amiga, nos seguimos leyendos ;)

Ángel Vela dijo...

Lo olvidaba, Brisa, espero que no empezaras por aquí, porque no es el principio.

El orden es el que tienes en nuestro foro. ;)

Vito Márquez dijo...

Me encanta tu capacidad de descripción. Si hago reformas en mi salón palaciego, me pondré un árbol al estilo Bánum.

También me ha gustado lo de la rosa de las doncellas. Una costumbre cortés y cargada de erotismo que te puede permitir jugar mucho. ¿Explicas más adelante de dónde viene? Sería interesante.

Igualmente que estás perfilando con pulso de orfebre a poetas y pensadores, deberías de incluir referencias de los estilos (arquitectónicos, culinarios, de vestuario) que pueblan tus descripciones, o incluso añadir referencias a materiales y/o procedencias. Si quieres, ya te matizo en directo esta opinión.


Un abrazo y nos seguimos blogueando.

Blanca Miosi dijo...

Descriptiva, muy descriptiva, esta parte, la casa de Banum, me parece que es la más importante de la historia de tu novela, ¿no? sabes que a medida que voy leyendo me da la impresión de que la trama (que todavía no la hay) discurre en un ambiente lejano, como decir, otro mundo, me parece estar leyendo una historia de otro planeta, algo como La Guerra de las Galaxias,! el bar donde se reúnen todo tipo de seres extraños, que bien podría darse en tu novela, pues sólo te has limitado a describir sus ropas, la decoración y detalles artísticos, pero no a las personas, lo cual me hace pensar en lo que arriba dije.
Pienso particularmente que no deberías alejar demasiado el principio de esta parte, pues a medida que la novela avance, los que tu llamas apédice, por ejemplo, el niño ciego que muere, se va olvidando. O no sé, tal vez sean ideas mías, que tengo una mente demasiado "cuadrada" respecto a la forma de escribir.
De todos modos, felicito el esfuerzo que haces, no es fácil escribir con el lenguaje de leyenda antigua que estás imprimiendo a tu novela.

Blanca

Ángel Vela dijo...

"Me encanta tu capacidad de descripción. Si hago reformas en mi salón palaciego, me pondré un árbol al estilo Bánum".

jajaajja,cuenta conmigo, al final va ha ser verdad que de todo se saca algo bueno. Igual alguien me llega un día y me dice: Tio como escritor no,pero te queremos de decorador en nuestra empresa, jajajajaja

"También me ha gustado lo de la rosa de las doncellas. Una costumbre cortés y cargada de erotismo que te puede permitir jugar mucho. ¿Explicas más adelante de dónde viene? Sería interesante."

Calla que esto es del cachito que sigue, jajajajaa ;)

Pues sí pensé en escribir un apendice hablando del tema de la flor, pero no me salió nada que me gustara y bueno, no quería pararme en tantos detallitos, que no la voy ha acabar nunca, y son muchos años ya.

"Igualmente que estás perfilando con pulso de orfebre a poetas y pensadores, deberías de incluir referencias de los estilos (arquitectónicos, culinarios, de vestuario) que pueblan tus descripciones, o incluso añadir referencias a materiales y/o procedencias"

Pues algo hay, ya lo iras viendo, y bueno, el arbol es parte de un movimiento artistico, en el jardín lo veras.
No me faltan ganas, pero carezco de tiempo y conocimentos de según que cosas, supongo que se arreglaran al final, o espero que alguien con más conocimientos que yo me eche un cable.

De hecho esto primigeniamente, era un proyecto multicultural. Dos escritores, dos dibujantes, y algunos amigos del concervatorio de musica, pero coo el libro tarda pues el resto desapareció o está parado. Solo me queda uno de los dibujantes.

"Si quieres, ya te matizo en directo esta opinión".


Claro que si cuando quieras.

Un abrazo grande, nos leemos.

Ángel Vela dijo...

"Descriptiva, muy descriptiva, esta parte, la casa de Banum, me parece que es la más importante de la historia de tu novela, ¿no?"

Si, si puede decir que sí, al menos es la casa más relevante.

"sabes que a medida que voy leyendo me da la impresión de que la trama (que todavía no la hay) discurre en un ambiente lejano, como decir, otro mundo, me parece estar leyendo una historia de otro planeta, algo como La Guerra de las Galaxias,! el bar donde se reúnen todo tipo de seres extraños, que bien podría darse en tu novela, pues sólo te has limitado a describir sus ropas, la decoración y detalles artísticos, pero no a las personas, lo cual me hace pensar en lo que arriba dije".


;) Bueno se intenta desvincularse un poco de la edad media europea. Digamos que en realidad es otro mundo en el que hay ciertos paralelismo,y si se toma como base esta, tiene cierto toque de ucronía,pero no quiero desvelar demasiado.

Y bueno, es esa segunda parte se habla algo más de la gente y poco más. Aunque la verdad es que es una especie de panoramica de una fiesta de al que me sirvo para diseccionar un poco la sociedad burguesa. Lo personajes aquí carecen de importancia, (es la frialdad publica), muy encontraposición con la vida privada, (que creo que tiene una fuerte carga emotiva, y muy introspectiva).

"Pienso particularmente que no deberías alejar demasiado el principio de esta parte, pues a medida que la novela avance, los que tu llamas apédice, por ejemplo, el niño ciego que muere, se va olvidando. O no sé, tal vez sean ideas mías, que tengo una mente demasiado "cuadrada" respecto a la forma de escribir".

La verdad es que los apéndices y demás tienen una función poco convencional.

Intentaré explicarme.

Por un lado son como poemas aislado que tratan de reflejar la esencia de lo que va pasando, (algo así como el espiritu del haiku). Y bueno,las historias son como una especie de giños. Digamos que aparte de unos microrelatos o lo que se tercie, tienen la cosa de que llegado que punto, puedn salir algo relacionado, pero de manera que si no recuerdas este texto no pasa nada, y por otro lado tiene la curiosidad, de que si se lee la novela por segunda vez, te puedes dar cuenta de varias cosas, y de todos esos giños.

¿Retorcidillo? :), jajajja

"De todos modos, felicito el esfuerzo que haces, no es fácil escribir con el lenguaje de leyenda antigua que estás imprimiendo a tu novela".

Gracias, lo cierto es que me cuesta muchisimo, (llevo muchos años puliendo e intentardo sacarla adelante).

Te digo lo mismo que a Vitolink, (otro de los que se está mojando muchisimo) si ves que se me va la cabeza me avisas ; )

Un beso Blanca, y siempre gracias por tu interes.

Mamita dijo...

Hola palabras. Aquí de nuevo para felicitarte...me gusta muchisimo como describes las cosas, porque leo y haces que visualice la escena.Seguiré leyendote, así que animo y adelante.

Ángel Vela dijo...

Hola Mamita, pues si pasaste de esto y te gustó, creo que ya es todo cuesta abajo ;)

Ya falta menos para que salgan los personajes, y los dialogos, ya me diras que tal ;)

Un abrazo, nos leemos.

Esther dijo...

No me voy a extender, amigo, porque ya lo había comentado en el foro. Dejo un par de cosas, nada más:

“Llegados estos días, dicha casa se llenaba de exóticos e insólitos productos”
Sugiero: “la casa”, simplemente. Creo que la lectura se vuelve más liviana, y se evita el “dicha/días” (demasiadas “d”, jejejeje)

“con una privacidad parsimoniosa” Nopo. ¿Qué es una privacidad parsimoniosa? ¿Y por qué eso es algo que se hace al dirigir miradas?
Mmm....

Un abrazo!

Ángel Vela dijo...

“Llegados estos días, dicha casa se llenaba de exóticos e insólitos productos”
Sugiero: “la casa”, simplemente. Creo que la lectura se vuelve más liviana, y se evita el “dicha/días” (demasiadas “d”, jejejeje)

pues sí podría ser, me lo apunto ;)

“con una privacidad parsimoniosa” Nopo. ¿Qué es una privacidad parsimoniosa? ¿Y por qué eso es algo que se hace al dirigir miradas?
Mmm....

a ver como lo explico. La privacidad es porque se hace digamos de un modo reservado, (digamos dos que están en una fiesta y hablan entre ellos criticado a un tercero, aunque también es valido para charlas en las que arreeten unos contra otros, de forma sutil, sin que pueda verse con claridad el intento de ofensa)y la parsimonia es por la tranquilidad con que lo llevan a cabo, algo muy natural en sus vidas, casi de diario.

En cuanto a las miradas, entiendo que pueden ser tan hostiles o hirientes como los comentarios, y más si existe requemor entre los asistentres, y estos están adiestrados en muchos casos para este tipo de encuentros.

Espero haber acalarado tus dudas.

Tal vez es que la frase como está no queda clara, no sé

Keilen Blackflame dijo...

Me gusta como mueves la cámara por los festejos, la verdad es que da la impresión de estar viva la escena sin parate necesariamente en mucho, y muy bueno el comentario de Ólonam, que por cierto, mirando mi librería pienso que quien como el pudiese irse sin dejar todo esto inconcluso :)

Un abrazo

Ángel Vela dijo...

Me gusta como mueves la cámara por los festejos, la verdad es que da la impresión de estar viva la escena sin parate necesariamente en mucho,

La verdad es que le di muchas vueltas para contar lo maximo posible sin tratar de ser cargante, (no llegué a conseguirlo del todo, pero hay estaban los colegas del taller para darme las collejas de rigor, y otras tantas que me dieron por aquí)

y muy bueno el comentario de Ólonam, que por cierto, mirando mi librería pienso que quien como el pudiese irse sin dejar todo esto inconcluso :)

Un abrazo

Me alegra de que te guste, y olvida tu libreria, que leches vas a leer estando aquí el blog. Como yo me entere de que me pones los cuernos con algún autor que no sea Phil K. Dick te enteras jajajjaa

Un abrazo, y a leer mucho :)

Pedro dijo...

Me suele ir más otro estilo, un poco más de acción. La descripción es suntuosa y detallada. Está bien porque supongo que estás describiendo el marco principal donde se va desarrollar la trama (ya iré viendo).

Otra de tantas en las que solían menudear este tipo de eventos.

Esta frase me parece fuera de lugar, incluso mal redactada. Me ha chocado mucho al leerla. Al repasarla creo que no la separaría de la frase anterior (o si acaso con un punto y coma) o añadiría algo del estilo "en este tiempo","durante el otoño"


En fin, que nos seguimos leyendo.

Un abrazo,

Pedro.

Ángel Vela dijo...

Me suele ir más otro estilo, un poco más de acción. La descripción es suntuosa y detallada. Está bien porque supongo que estás describiendo el marco principal donde se va desarrollar la trama (ya iré viendo).


también las habrá, aunque si te soy sincero encotraras poco acción en los primeros compases, pero de lo que posiblemente os hartareis de mediado del libro en adelante. Toda una guerra entre islas

Otra de tantas en las que solían menudear este tipo de eventos.

Esta frase me parece fuera de lugar, incluso mal redactada. Me ha chocado mucho al leerla. Al repasarla creo que no la separaría de la frase anterior (o si acaso con un punto y coma) o añadiría algo del estilo "en este tiempo","durante el otoño"

Ah las protestas al Canijo, que la frase es suya,ajaja. Es curioso, porque de hacerte caso, la dejaría practicamente como estaba antes de su correcíón, ya me lo miro ;)

En fin, que nos seguimos leyendo.

Un abrazo,

Pedro.

otro abrazo para ti, Pedro ;)