6/4/09

13º pasaje, cap 7

Pese a dar la firme impresión de que a Garin se le iba la contienda de las manos innecesariamente, o que desconocía lo cerca que estaba de convertirse en la inminente víctima de uno de aquellos repentinos brotes de irracionalidad que amedrentaron a algunos y privaron de existencia a otros, no era así. Hasta tal punto creyó tener, desde que se perfilaron los primeros indicios del rencor, plena conciencia del modo en que debía de llevarse esta situación, que no sólo optó por mantenerse al tanto, siguiendo encarecidamente su progresión, sino que se entregó con metódica determinación a contribuir en su desarrollo. Y así fue como valiéndose apenas de un puñado de alusiones, encausó sus formas e instigó al inherente mal que en él moraba, para que en ningún momento se viera truncado tan prospero crecimiento.

Lejos de amilanarse y fiel a la aplicación de unos procedimientos tan eficaces como poco ortodoxos, el viejo cortesano hizo desaparecer, en apenas un par de pasos y sin perder el contacto visual, la distancia que los separaba. Con aquel gesto, primero de otros que habrían de sucederlo, se ponía de manifiesto todo un alarde de la más calmosa sobriedad. Y fue cuando el trayecto difícilmente hubiera podido ser más corto, que dejó que sus fríos y huesudos dedos descansaran con convicción sobre el anverso la mano que sostenía la espada.

Un gesto que no estaría exento de contrariedad, pese a que dicha contrariedad guardó más relación con el descubrimiento que hizo por medio de él, que con la repulsa sentida por tan inapropiada toma de contacto. Y mientras se bandeaba a merced del desconcierto en mitad de aquel alubión de dudas descollaron varias ideas, condenadas a mantenerse a la espera de saber cual acogería como valida, siendo una de las que más se perfilaba para ello, la que afirmaba que aquella acción involuntaria no era más que una sutil arenga de los dioses para librar a la Fe de tan pernicioso elemento.

«Esto ya dura demasiado, y es mi paciencia la que empieza a agotarse. Me obligas a adoptar medidas drásticas ante situaciones que debieron caer por su peso.
»Acabemos de una vez».

4 comentarios:

Sharly dijo...

Y así fue como valiéndose apenas de un puñado de alusiones, encausó sus formas e instigó al inherente mal que en él moraba, para que en ningún momento se viera truncado tan prospero crecimiento.

ENCAUZÓ: Del verbo encauzar.

Y mientras se bandeaba a merced del desconcierto en mitad de aquel alubión de dudas descollaron varias ideas,

ALUVIÓN: Afluencia grande (de agua o en este caso de dudas)

«Esto ya dura demasiado, y es mi paciencia la que empieza a agotarse. Me obligas a adoptar medidas drásticas ante situaciones que debieron caer por su peso.
»Acabemos de una vez».

¿Por qué en este último parrafo hay tres comillas una de apertura y dos de cierre?
;)

Ángel Vela dijo...

me lo miro coleguilla, y los de las comillas tengo que mirarlo. No sé si se usan así cuando se está entre comillas de salida.


Nos leemos ;)

Anónimo dijo...

formas e instigó al inherente mal que en él moraba, para que en ningún momento se viera truncado tan prospero crecimiento.Hola, soy dafd. Verás, en esta frase encuentro cierta indefinición en ese "él". Claro, imagino que no deseas repetir mucho lo de capitán o heraldo.

Lo que te voy a decir es claramente una especie de tocar las narices pero por si acaso te lo comento:
Un gesto que no estaría exento de contrariedad, pese a que dicha contrariedad guardó más relación con el descubrimiento que hizo por medio de élEste último "él" se refiere a gesto imagino. El problema -y aquí es donde viene lo de tiquismiquismo- es que descubrimiento es tan masculino como gesto. Si sustituyeras descubrimiento por un sinónimo femenino la palabra "él" sólo tendría un antecedente masculino: gesto. Con lo cual habría menos dudas respecto a la referencia. Bueno, es una bobada -no creo que uno se pierda por esta tontería- pero te lo comento de todos modos.

Por último y afectando claramente a tu estilo personal te hago la observación sobre la frase:
Y mientras se bandeaba a merced del desconcierto en mitad de aquel alubión de dudas descollaron varias ideas, condenadas a mantenerse a la espera de saber cual acogería como valida, siendo una de las que más se perfilaba para ello, la que afirmaba que aquella acción involuntaria no era más que una sutil arenga de los dioses para librar a la Fe de tan pernicioso elemento.Es que... bueno, la tuve que leer varias veces para cogerla.

Ángel Vela dijo...

Saludos señor anonimo, jejejeje ;)

En cuanto a lo de no repetir capitán, pues sí es la idea. Aunque supongo que se podrá suavizar más el tema de los él(ya noté algo en partes anterior durante la correción y poda.

Lo que te voy a decir es claramente una especie de tocar las narices pero por si acaso te lo comento Sin compasión, como si hay que hacer sangre ;)

Pues me parecería raro que hubiera confusión, pero bueno creo que si se cambia por revelación o algo por el estilo no pasa nada ;)

En cuanto a la tercera, pues es del tipo de frases que trato de librarme. Cuando llegue con la poda y correción a ella. Seguramente se quede en la mitad o la convierta en un par de frases o tres.

Muchas gracias por todo, dafd. Nos seguimos leyendo ;)