29/4/09

22º pasaje, cap 7

―Mas es nada en comparación con lo que a la dama le espera, puesto que sobre ella caerá a un tiempo la ira de un marido, el dolor de un padre, la vergüenza y desmedro de todo un pueblo y el peso que La Orden tuviera a bien ejercer en relación a sus faltas. Ante delitos mayores que los de él no tendrá más que desamparo.

»Por lo que puedo intuir la situación está próxima a agravarse, y de ser así, tal vez no tarden en seguir mis pasos, convirtiéndose ambos en un recuerdo ―añadió con gravosa malignidad, como si se regocijara de ser precursor y participe de que hubiera de serles infligido aquel futuro padecimiento.

Fue entonces cuando, aprovechando el intervalo aquella prolífica exposición se vio interrumpida cortésmente con un gesto del cortesano, haciendo valer el permiso que se le confirió, siendo dicha petición concedida con otro gesto de idéntica cortesía.

―Temo no haberos comprendido. ¿Tendríais la gentileza de explicarme en que modo podría ella agravar dichas faltas? ―preguntó Garin, al tiempo que creía dilucidar una realidad destinada a cambiarlo todo.

―En el modo en que difiere la agresión al asesinato ―respondió el heraldo raudo y con aquietada firmeza.

«¿Podría residir algo de certidumbre en lo que alcanzo a intuir?»

―Lamento tener que confesaros que pese a lo clarificadora que pudiera resultar tal aseveración, sigo sin saber a qué os referís ―indicó el anciano, fingiendo total desconocimiento. Algo que le hacía sentir que lo que habría de serle revelado influiría en los acontecimientos.

―Tal vez el hecho de que os personarais posteriormente a la circunstancia de la que se hace alusión os ha predispuesto a defender una causa que desconocéis ―apuntó el heraldo con sarcasmo.

―Permitidme que os prive del desconocimiento si como tal existe, poniéndoos al tanto de que fue la dama, y no vuestro tutelado, la que agredió al que se halla postrado. Es por ello que aún no puede conocerse la sentencia ―argumentó gozoso.

ABANDONAR EL NIDO

¿Qué cuando estaréis preparados?
Cuando la verdad en sí misma deje de tener sentido,
y no sea más que aquello que queráis que sea.

Garin

Y fue así como el eclesiástico le proporcionó, sin tomar conciencia, el instrumento con que someterlo. Cuanto Garin argumentó hasta entonces carecía de esa solidez que el conocimiento otorga. De esta forma, predispuso el destino que el heraldo fuera derrotado por su jactancia cuando más próximo estaba de la victoria. Ebrio de seguridad blandió razonamientos que desvirtuaron la esperanza, una esperanza a la que se aferró con tal firmeza que murió por su mano. Mas privado de tal conocimiento siguió sosteniéndola. Orgullosamente mostraba su cadáver al cortesano, lejos de suponer que su indiscreción le había dado muerte.

Sin que aún se hubiese consumado, Garin pudo sentir las mieles del éxito. Debido a su veteranía, le bastaba una mirada para saber cuán cerca estaba un enemigo de ser doblegado. Y pese a que la contienda había tocado a su fin, la conversación habría de verse dilatada el tiempo que Garin creyó adecuado.

Antes de asestar el golpe definitivo, el cortesano tuvo a bien prolongar el martirio de su adversario hasta que la satisfacción que con ello sintiera, mitigara con creces los trastornos que fueron ocasionados por este encuentro.


ANTE LOS HERMANOS DE LA ORDEN


Libraos de todo obstáculo antes de recorrer el camino. Desconfiad de todo aquél cuyos pasos se vean regidos por la fe, porque un hombre que no piensa por sí mismo puede ser más peligroso que el peor conjurador.

Aunque de algún modo parecen predecibles, son conocedores de lo que de ellos espera, y capaces de relegar cualquier sentimiento en pos de causas lidiadas en su nombre.

Corromped si podéis a aquellos fanáticos, hasta que mueran ahogados por la misma justicia que proclaman.

Garin

2 comentarios:

dafd dijo...

―En el modo en que difiere la agresión al asesinato ―respondió el heraldo raudo y con aquietada firmeza.¿Diferir en el sentido de ser distinto? En tal caso podrías mirar también qué tal queda "del" donde ese al.

Ángel Vela dijo...

Buenas.

Pues sí, "más mejor". El barroquillo que llevo dentro me juega malas pasadas :P

Un abrazo. Nos leemos;)