1/11/08

Al despertar la llama de sentimientos dormidos, 13º pasaje, Cap 3

La continúa exposición al dolor mermó su fortaleza, acrecentando el padecimiento hasta volverlo insoportable; estado en el que apenas alcanzó a pensar que de seguir así en cualquier momento cuerpo y alma se quebrantarían, para no quedar de ellos más que los pedazos de ambos en manos de su inesperado verdugo.
Tras abrirse camino arduamente más allá de una garganta atenazada por el temor, las palabras emergieron de ella, testimoniando, entre sollozos y repetidas lamentaciones, el calvario infligido; apelando a una piedad que podría conducirla a tan ansiada liberación. Mas dicha liberación no estaba en manos del caballero. Era un acusado arrebato de odio quien dictaba sus acciones, el mismo que le hacía desoír una petición de clemencia que en otras circunstancias se ofrecería antes incluso de ser reclamada.

―¡Maldita seas, Iliandra! ¡Y mil veces maldito el amor que por ti siento! Nada me hubiera proporcionado mayor alegría que encontrarte muerta a mi regreso. Porqué sólo la privación de tu existencia podría haber paliado esta imperecedera sensación de tormento.

Un segundo más tarde, tomó conciencia de la funesta sentencia que la exaltación profirió a sus labios; y tras soltar a la dama se desplomó, como abatido violentamente por su propio manifiesto. Y allí permaneció deshonrado, hundido por el peso de tan execrable acción.

SEMILLAS DE MALQUERENCIA




Al sobrevenirnos la inexorable pérdida de cuanto para nosotros dio sentido a la vida, nos abandonamos a ésta; consumiéndonos en la vacuidad de lo que se muestra como una mísera existencia. Y sólo cuando la amargura es mayor que la necesidad de amar, terminamos por arrancar efímeras verdades a unos labios carentes de consideración, que ansían aplacar el orgullo herido. De este modo, paradójicamente hacemos partícipes de dicho mal a cuantos han de amamos.


Dalial.

2 comentarios:

Vito Márquez dijo...

Catarsis!!

Ángel Vela dijo...

Buenas de nuevo;)

Comentario breve pero muy satisfactorio, jejejeje.

Nos seguimo leyendo ;)

Un abrazo