24/6/09

13º pasaje, Cap 8

Al amanecer, antes de que el jardín se abriera a los invitados, el capitán de Bánun se personó con media docena de hombres de ambos colectivos, los cuales tras envolver con dedicación sendos cadáveres los izaron, para encaminar sus pasos al interior. Entretanto, y pese ha haber concluido con sus deberes, el capitán de los heraldos permaneció allí, contemplando como un grupo de aprendices del gremio de historiadores trataban, ajenos a la revelación, de borrar con presteza los restos de uno sangre que no hacía mucho que se había secado.

PRISIONERO CIRCUNSTANCIAL


Allí, confinado sordamente en el pecho, habitaba un corazón que discreta y profusamente se entregó al llanto, al tiempo que la viveza de su latir se acrecentó hasta quedar sumido en la opresiva y convulsa agitación que la impotencia le hacía sentir a su portador. De esta forma, se vio sometido por el influjo que sobre él ejercía la palabra dada a mantenerse parco y esquivo en ellas, en tanto que las verdades que le quemaban en la boca morían en silencio. Negando así justo descanso a un condiscípulo próximo a perecer.

Uno de tantos poemas que nacieron del corazón, y que, debido a las circunstancias que condicionaron su creación quedaron confinados en el alma.

11 comentarios:

dafd dijo...

Ese teclado: "Entretanto, y pese ha haber concluido con sus deberes, el capitán de los heraldos"

Por otra parte no acabo de entender la importancia de la amenaza de Sionel a Iliandra. Seguro que tendrá que rebelárnoslo el dolido capitán más adelante

Ángel Vela dijo...

El teclado es nuevo, el problema soy yo, que ando "p´allá"eejejejeje.

Gracias por el toque de atención ;)

No sé exactamente a que te refieres con la amenaza de Sionel. que yo recuerde lo más parecido a una amenaza es cuando hace referencia de que hará que lo maten, aunque se me puede ir algo, últimamente no ando muy centrado, y ando metido en otro proyecto que me tiene super absorvido. Si no es eso dame más datos, a ver si se me fue del todo y dejé un cabo suelto sin darme cuenta :S



Aunque sigue habiendo material de la novela para colgar ;)

Un abrazo, nos leemos

dafd dijo...

Sí. Me refiero a lo siguiente.
El 9º pasaje, Cap 8 comienza: "―Dirigían…nuestros actos. Sin saberlo…cumplíamos…su mandato. Tal vez ella…no me odiara, ni él…tuviera en…realidad…intención de matarla"
Y el 10º pasaje, Cap 8 empieza: "―¿Matarla? ¿A qué te refieres? ―exclamó el capitán, el cual, pese a su más que aparente desconcierto, lo conminó a responder".
El capitán estaba muy alterado por este tema. Tanto es así que en el 11º pasaje, Cap 8 dice todo apurado:
"«Su vida se apaga. Le estoy perdiendo. Se va. Dioses no permitáis que se lleve verdades que podrían cambiarlo todo».

―Óyeme bien. Contesta a mi requerimiento y podrás descansaras cuanto quieras. ¿Él dijo que la mataría? ―preguntó el capitán apremiante, como si el pasar de cada latido contara, y con él creciera su desazón. ―Aún en tu estado te está permitiendo servir a los dioses. ¿Te das cuenta?"

Y todo ello me retrotae a: "―¡Maldita sea esa enferma doctrina que no consigue engendrar más que a estúpidos traidores! ¿No te das cuenta de que si no intervienes la mataré? ―aseveró con rotundidad, al contemplar como tras permanecer impasible el guardia se disponía a marcharse." del 6º pasaje, Cap 4.

Ángel Vela dijo...

Bueno tal vez sea algo que di por supuesto. Digamos que poniendome en la piel del heraldo y tras haber visto como la defendía cuando los iban a sacrificiar antes de la llegada de Garin, doy por hecho que no se creeria que tenía intensión de matarla. Y bueno, doy por hecho de que lo que ocurre de verdad no hay manera deducirlo, por lo que interpreté como lo más logico, que hubiera habido cierto tipo de complot. Por poner un ejemplo que se pusieran de acuerdo para que el heraldo cayera en su trampa y acabar de esa forma con él. En cierta forma lo que pasó, pero de forma premetitada. Tal vez esté siendo muy rebuscado o no creas que sea tan importante como para cambiar nada. Si es así te agradecería que me lo dijeras ;)

Nuevamente gracias por tu interes, y las molestias que te estas tomando.

Una abrazo grande. Nos leemos.

dafd dijo...

Buf. Pues sí que había más chicha de lo que pensé.
Te planteo una forma de hablar. Voy a dividir los pensamientos internos de un personaje en dos tipos. Unos emotivos, que consistirían en emociones, sentimientos, motivaciones emocionales, ira, rencor, miedo, todos estos sentimientos influyen en la conducta. El otro tipo de pensamientos no tiene nada que ver con lo emotivo. Son los de tipo racional. Y hacen referencia a cálculos, análisis de situaciones, maquinación de planes, predicciones en función de la proyección hacia el futuro de hechos. Son dos tipos de pensamientos de distinta naturaleza. Dime si me equivoco pero me parece que hubo menos de estos últimos pensamientos, los de índole racional, en el heraldo durante las últimas entregas. Me refiero a que las sospechas del heraldo sobre la posibilidad de una trampa no afloraron a la narración. ¿Crees que eso hubiera enriquecido o liado toda la escena del jardín?

Lo del nerviosismo del heraldo por averiguar si Sionel amenazó a Iliandra (un nerviosismo que le llevó a insistir tanto al moribundo monje-guardian) creí que era porque de confirmarse tales amenazas (al fin y al cabo el heraldo no fue testigo directo de la amenaza, pues no estuvo allí. Solo estaban presentes cuando Sionel la amenazó el propio Sionel, Iliandra y el desgraciado guardian-monje) tendría consecuencias en el trato con Garin. Algo así como que la amenaza de muerte de Sionel a Iliandra supusiera la ruptura de alguna cláusula del trato que dejaría nulo el acuerdo con el cortesano y le dejara al heraldo las manos libres para actuar contra Sionel con todo el peso de la ley religiosa. Algo del tipo: se pueden hacer mercadeos si te pillan en el jardín (al fin y al cabo creo que Garin y el heraldo eso hicieron durante su conversación) salvo que se profieran amenazas de muerte en cuyo caso la jurisdicción escapa a esos mercadeos y el asunto pasa a una jurisdicción suprema dentro de la jerarquía religiosa. Lo cual dejaría a Garin fuera de toda posibilidad de jugar. Y el heraldo vería a su pupilo convenientemente vengado y su religiosidad adecuadamente reparada tras el mercadeo (que seguramente fue vergonzoso para él) del trato con el cortesano. Al fin y al cabo para un hombre tan ortodoxo como el heraldo la religiosidad es esencial a su conducta no un mero accidente que se pueda tomar o ignorar dependiendo de los intereses. Por todo ello pensé que el asunto de saber si la amenazó o no era de vital importancia.
Bueno, puede que esté divagando o, como dicen, meando fuera del tiesto.

Sharly dijo...

Joder Angelito, dafd está mas integrado en tu relato que tu mismo. Bien te diré lo que yo veo tal y como me has pedido...

Estoy de acuerdo con dafd en que han primado las emociones en las acciones del heraldo sobre las reflexiones. Sin embargo, a mí me ha parecido lógico que eso ocurriese puesto que Garin busca esas emociones para que se derrumbe.

citando a dafd: Lo del nerviosismo del heraldo por averiguar si Sionel amenazó a Iliandra (un nerviosismo que le llevó a insistir tanto al moribundo monje-guardian) creí que era porque de confirmarse tales amenazas (al fin y al cabo el heraldo no fue testigo directo de la amenaza, pues no estuvo allí. Solo estaban presentes cuando Sionel la amenazó el propio Sionel, Iliandra y el desgraciado guardian-monje) tendría consecuencias en el trato con Garin. Algo así como que la amenaza de muerte de Sionel a Iliandra supusiera la ruptura de alguna cláusula del trato que dejaría nulo el acuerdo con el cortesano y le dejara al heraldo las manos libres para actuar contra Sionel con todo el peso de la ley religiosa. Algo del tipo: se pueden hacer mercadeos si te pillan en el jardín (al fin y al cabo creo que Garin y el heraldo eso hicieron durante su conversación) salvo que se profieran amenazas de muerte en cuyo caso la jurisdicción escapa a esos mercadeos y el asunto pasa a una jurisdicción suprema dentro de la jerarquía religiosa. Lo cual dejaría a Garin fuera de toda posibilidad de jugar. Y el heraldo vería a su pupilo convenientemente vengado y su religiosidad adecuadamente reparada tras el mercadeo (que seguramente fue vergonzoso para él) del trato con el cortesano. Al fin y al cabo para un hombre tan ortodoxo como el heraldo la religiosidad es esencial a su conducta no un mero accidente que se pueda tomar o ignorar dependiendo de los intereses. Por todo ello pensé que el asunto de saber si la amenazó o no era de vital importancia.
Bueno, puede que esté divagando o, como dicen, meando fuera del tiesto.

No lo veo tan complicado como él. Creo que si el heraldo se alteró no fué por la amenaza, lo que le puso casi histérico fué descubrir que a su pupilo lo mató ella. En verdad, si ese dato fuese publico y comprobable, se condenaría a muerte a Iliandra y no a Sionel. Un asesinato es mucho más grave que unas amenazas aunque éstas salgan de los labios de uno de los grandes señores.

Ángel Vela dijo...

Buenas, caballeros ; )

Pues estuve dandole vueltas al tema, y como se ve por el mensaje el pedía a Sharly que se mejora un poco al respecto, pienso que la situación lo merece y que tiene su importancia, tanto argumental, como en base a lo que los lectores puedan sacar en claro del texto.

COmo dijo Sharly, Garin lo que busca de es hundirlo. Hacer que afloren sentimientos y en base a ellos conocer a su rival e intentar encontrar la manera de vencerlo. Digamos que no existe un engaño propiamente dicho, y que Garin no sabe que fue ella quien lo apuñaló, ni tantas cosas más, todo lo que descubre lo hace durante la charla y lo utiliza como buenamente puede.

Y en lo que al tema de descubrir que el dijo que la mataría, pues supongo que por un lado resulta desconcertante, no sólo por el hecho de que un noble de otra casa venga a está y amenace de muerte a la hija del señor, sino por el vinculo que se dejó ver entre ellos. De hay que me pareciera´más logico pensar, poniendome en la piel del heraldo, que o bien es una especie de juego sadico planteado a priori, o una manera del engañar al herlado que termina herido para evitar morir a sus manos, o inclusive, que sería lo más gordo, que existen un montón de factores que el herido conoce que podrían cambiarlo todo. Y todo esto, teniendo en cuenta su derrota, y la sensación de culpa por terminar tomando la decición que toma de inculpar al heraldo caido, hace un poco que se aferre a cualquier casa.

Por otro lado, creo que sacar una ley de la manda que contrareste lo ocurrido no me resulta adecuado, un poco porque resulta una manera muy sencilla de salir del paso, y por otro porque es un poco lo que hice con el edipto que enseña al heraldo (hecho. además de por darle un matiz más a la charla, por informar de forma sutil de que ya es señor de Tharin, y que está llamado a una reunión muy importate.

Creo que no me queda nada por comentar y no puedo enrollarme más. que me pegan por aquí, ejejeje.

Luego me lo releo por si dejé algo en el tintero.

Gracias a los dos por la ayuda contate ayuda. En lo que a esto se refiere sois mi mano izquierda y derecha (Sharly tu serías la izquierda, que es la que dejo para las tareas impuras, ejejeje)

Lo dicho, una abrazo. Nos leemos.

dafd dijo...

Ángel Vela (palabras) dijo... "creo que sacar una ley de la manda que contrareste lo ocurrido no me resulta adecuado, un poco porque resulta una manera muy sencilla de salir del paso"

Totalmente razonable. Quizá quedaría forzado sacarse de pronto de la manga una ley "ad hoc".

Sharly dijo... "a mí me ha parecido lógico que eso ocurriese puesto que Garin busca esas emociones para que se derrumbe."

Sin duda. Lo que pasa es que veo al heraldo con poca capacidad de iniciativa en comparación con el cortesano. Va a remolque de los manejos del genio de Garin. Pero no quiero ser pesado y además los argumentos que disteis son pertinentes y razonables.

Ángel Vela dijo...

Antes que nada: perdón por la tardanza ;)

Respondo.

La diferencia entre los contendientes existe, y es acusada. De hay que pusiera más trabas a Garin,(estar en un sitio donde no tiene jurisdicción, no saber que pasó y tener que defenderlos, y un largo ect).

Por un lado tenemos al heraldo, un tipo de unos treinta y pocos, despierto, sectario y muy echado para adelante. Y ante él a un tipo de unos cincuenta y poco, que como dice en su retrato: lleva toda la vida silenciado cortesanos, (osea, tipos que se dedican y viven para esto). Incluso de habla de que es una leyenda y que solo perdíó una contienda en su vida. Se puede decir que es uno de los tres cortesanos más importates y como sale en las citas, creó un tratado para enseñar como comportarse a otros cortesanos.

El reto en sí era ponerselo dificil, para que la cosa tuviera su interes. Otra cosa muy distinta es que teniendo todo esto en cuenta, os siga pareciendo que Garin lleva demasiado la voz cantante.

En cualquier caso en la proxima relectura y poda lo tendré en cuenta.

Un abrazo y gracias por este debate que estamos teniendo, es una gozada el hablar con vosotros de los personajes como si se trataran de personas de verdad :)

dafd dijo...

Tienes toda la razón. Garin lo tenía muy difícil.
Sin duda que los personajes están vivos. Creo que le tengo pánico al heraldo por su fanatismo.
;)
Un saludo

Ángel Vela dijo...

Sin duda que los personajes están vivos.

Pues no sabes como me agrada saberlo,para mi es de lo más importante. No creo que se pueda alcanzar emotividad o trasmitir emociones con personajes planos o difusos.

Creo que le tengo pánico al heraldo por su fanatismo.
;)

Bueno supongo que es un poco la idea, ejeje.

No sé si te lo comenté una vez, pero para no perderme con los personajes, en lo que apariencia y caracter se refiere tiendo a utilizar a actores que a mi parecer encarnen eso que busco, bien en general o en base a una peli.

Si tienes interes puedo decirte que actores son según que personaje, (no te lo digo directamente porque hubo quien prefirió no saberlo y mantener la imagen que se creo).


Un saludo

Un abrazo. Nos leemos