4/2/09

Al despertar la llama de sentimientos dormidos, 10º pasaje, cap 6

Su espíritu se aquietó, hasta el punto de lograr eludir los comentarios preliminares con relativa serenidad, mas se negó a permitir que el último y más hiriente de ellos cayera en saco roto; y abandonando una vigilancia hasta ahora infructuosa se encaró a su instigador, clavándole con remarcada severidad la mirada.

―Pese a que podáis o no tener razón en esas estudiadas previsiones que hacían referencia a lo aciago que resultaría para nosotros un enfrentamiento, he de advertiros que si volvéis a proferir una sola insolencia que aluda a vuestra supremacía, por muy sutil que esta fuera, sin importarme en modo alguno el desenlace de la contienda daré orden de matar; y el caer de vuestro cuerpo muerto representará el inicio de las hostilidades.

Tal ha de ser mi determinación, que juro, aquí y ahora, por cuanta sangre eclesiástica se derramó en el pasado, que daré fiel cumplimiento a mi palabra; y que los dioses me condenen al olvido si me muestro incapaz de castigar vuestras faltas con la resolución que éstas merecieran―. Y dicho esto se giró dando la espalda a ambos, sin aguardar por parte del cortesano el menor comentario, para retomar lo interrumpido. Y allí permaneció, a la espera de que aquel furtivo individuo fuera traicionado por las sombras.

«Como cabía esperar es un fanático. Un exaltado al que inculcaron razón. Un animal impulsivo que por vestir piel humana creyeron poder domesticar. Mientras esté delante el tutelado seguiré endulzando palabras y castigaré tu espíritu con guante de seda, mas cuando deje de estar a tu alcance habrás de conocer a otro Garin, que no mostrará el menor reparo a la hora de lidiar con el corazón de esa bestia que encontró en la fe un placido acomodo, la misma que con relativa claridad comienza a exponer su agitación».

4 comentarios:

Javier Márquez Sánchez dijo...

Hacía tiempo que no pasaba por el blog y veo que le has dado un nuevo aire. Enhorabuena. Esto tiene cada vez mejor pinta.

Sharly dijo...

Creo que la última palabra está mál cuando escribes: y abandonando una vigilancia hasta ahora infructuosa

En realidad la vigilancia no era infructuosa hasta ese momento, al contrario vigilaba y contenía su ira con eficacia hasta ese momento.

Ángel Vela dijo...

Javier, un placer verlo por aquí :)

Pues sí parece que le estoy cogiendo un poco el rollo a esto de los blog, aunque creo que si tuviera que empezarlo lo haría totalente distinto.

En cuanto al texto y la historia sufrió cambios muy importantes, incluso después de ir colgandola por aquí. Y una muy generosa poda.

Venga un abrazo. Nos seguimos leyendo ;)

Ángel Vela dijo...

Ese Sharly ;)

Pues aquí no sé que decirte, relaente no lo terino de ver mal, pero me lo miro, y pregunto a alguien más a ver que me dice ;)

Un abrazo coleguilla. Nos leemos