24/10/08

Al despertar la llama de sentimientos dormidos, 9º pasaje, Cap 3

Las recias manos del enamorado atenazaron sus gráciles brazos, y con relativa facilidad la arrancaron del suelo, alzándola hasta que sus rostros quedaron a tan escasa distancia que, pese a la exigua luz, la dama pudo ver con claridad la nueva expresión que en él instauró el odio. Éste se desencajó, contrayéndose en reveladoras muecas de irreflexión que dejaba de manifiesto que su temperamento se había desbocado hasta el punto de hacer huir la razón. Sus ojos, amargos manantiales de lágrimas, la eligieron como víctima de su desprecio. La rabia creció más y más, hasta llegar a un punto en el que parecía no poder ser por más tiempo contenida. La respiración del caballero se volvió agitada, y al sentir todo aire escaso comenzó a resollar mientras apretaba con fuerza los dientes, mostrándolos visibles y amenazadores, como si en cualquier momento fuera a arremeter contra ella para propinarle salvajes dentelladas.

3 comentarios:

Ángel Vela dijo...

NO enontré ninguna foto de mi agrado, si alguien se anima a recomendar una le quedaría agradecido ;)

Vito Márquez dijo...

No me extraña que ella le diera calabazas: es un histérico.

Ahora en serio: me viene chocando la reacción del caballero. No la veo creíble. Es demasiado teatral, incluso para una novela de corte fantástico.

Ángel Vela dijo...

Buenas, quiero pensar que toda la obra tiene algo de teatral. No se si recordaras parte del monologo del señor de Bánum, que creo puede compararse con esta. En cualquier caso, no recuerdo lo que tengo contado de él a estas alturas, ( se me mezclan escenas pasadas y futuras).

Me lo apunto y ya hablaremos del tea cuando la escena esté algo más adelantada si te parece.

Un abrazo

PD: y no te cortes comentando por muy duro que te parezca, que yo estoy hecho a porrazos, jajajaa ;)