20/10/08

Al despertar la llama de sentimientos dormidos, 7º pasaje, Cap 3

A pesar de la autoimpuesta tregua, no trajo el tiempo cambios ni la distancia olvido; y del mismo modo en que antaño sucedió, volvió a quedar preso de sus pasiones sin poder compartir sentimientos que maduraron con él, y a los que dicho tiempo se negaba a ofrecer una muerte piadosa. Aun así trató inútilmente de asimilar su indignación, ¿Mas cómo asumir esa sensación de ridícula insignificancia sin proferir un lamento que se elevara para arrancar lágrimas al cielo? Como en la última frase de aquella oda al hombre solo escrita por Lanaiel: “En algunos días de lluvia he llegado a pensar, en un intento estúpido de encontrar consuelo, que el cielo se hermana conmigo, y juntos lloramos mi pena”.

Seguía perdido, como un peregrino sin rumbo en las lagunas del entendimiento. Aunque más que a ella, no conseguía entenderse a sí mismo. ¿Qué hacía allí después de lo ocurrido? ¿Qué extraña fuerza lo arrastraba, permitiéndole dejar a un lado su mancillando orgullo y que quedara en evidencia una dignidad que ya se mostraba maltrecha de un tiempo a esta parte? ¿Y cómo es que pese a tomar plena conciencia de ello, estos periodos de humillación no representaban para él un serio problema si podía pasarlos en su compañía?

EL TRIUNFO DE LA SINRAZÓN

¿De qué nos sirve la razón cuando es el corazón quien decide?

Súlian de Edar


De nada le serviría engañarse. El amor que sentía era más fuerte que su voluntad, y tan pernicioso, que a su lado el mayor padecer llegaba a adquirir insustancialidad. Así fue como tan puro sentimiento pereció en presencia de la inaccesible dama; emergiendo de sus cenizas un inquebrantable adversario que le obligara a quedar postrado ante sí mismo, a tomar conciencia de una debilidad tan patente que resultaría innegable a los ojos de cualquiera.

El hecho de que su latir se mostrara ingobernable no le restaba lucidez, por lo que estaba al tanto de aquella extraña mezcla de estupidez y cobardía que, carente de escrúpulos, lo envolvían; haciendo que en ocasiones se tornara artífice de unos actos que denotaban la carencia de toda racionalidad.

POR TI

Sobre el altar de mis principios sacrificaré el orgullo,
asesinando dulcemente el sentido de mi vida.


Lanaiel.

4 comentarios:

Blanca Miosi dijo...

¡Ya voté, Ángel! veo que la tuya va a la cabeza, espero que ganemos!!

lanca

Ángel Vela dijo...

Gracias por el voto, Blanca ;)

Me estoy quedando muy sorpredido con lo de la elección de la blog novela, la verdad. Supongo que a poquito a poco me tendré que ir quitando esa impresión de que estos textos son tan poco accesibles.

Un beso grande,BLanca, y gracias por estar siempre ahí. ;)

PD: no lo digas muy fuerte, pero quiero pensar que este mes ganamos :P

Vito Márquez dijo...

Me alegro que esto marche!

Ángel Vela dijo...

Es muy de agradecer tan buenas noticias y vuestro apoyo.

Después de tanto tiempo dandole a la tecla, llegué a la conclusión que el que se embarca en historias de estas tiene su punto masoquista jajaja