―¡Contesta! ―exclamó alzando la voz hasta crisparse―. ¿Dónde han quedado ahora esas complacientes miradas y contrahechas peroratas que se muestran ante la verdad tan oscuras y vacías como tu pérfido corazón?―. A medida que proseguía aquel infructuoso interrogatorio, los gruesos y ásperos dedos del acusador se hundían más y más en su blanca carne, al tiempo que la zarandeaba instándola a responder.
―¡Contesta maldita seas! ¿O es qué pretendes humillarme aún más con tan ingrato silencio? ―exclamó, exhortándola a quebrantar su mutismo en pos de una respuesta satisfactoria.
2 comentarios:
Disculpa por el retraso...
Dejé a la pareja en plena trifulca, y veo que ahí siguen. Bueno, peor aún. Esto sube el tono.
Disculpa por el retraso...
sin problema, sé de sobra la que tienes liada. Demasiado que te pasas ;)
Dejé a la pareja en plena trifulca, y veo que ahí siguen. Bueno, peor aún. Esto sube el tono.
Sí la cosa se caldea bastante, a ver que te va pareciendo la progresión
Un abrazo Vito, nos leemos
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